Ahora todos tienen prisa por alcanzar la Salud

Nunca fue la intención, ni el plan de Dios el producir la enfermedad, pero como consecuencia lógica, a través de la desobediencia de las leyes divinas de la vida, la enfermedad se produjo.

Arnold Ehret

La enfermedad, sea cual sea el nombre, siempre tiene la misma causa: hábitos de vida erróneos y antinaturales.

La Naturaleza es la manifestación de las leyes divinas, y no hay milagros en la Naturaleza. Si ha comido mal durante 30, 40 o 50 años, produciendo así su enfermedad, usted debe hacer la compensación necesaria como indemnización por sus pecados, debe hacer lo opuesto comiendo alimentos limpiadores, naturales y divinos, que producirán salud en lugar de enfermedad.

Arnold Ehret

Muchas personas ahora buscan la Salud al precio que sea. Y esto nunca llegará ni la naturaleza lo aprobará, al menos a corto plazo.

Usted no puede comprar la salud en paquetes, no puede sanar su cuerpo limpiando su organismo en unos pocos días. Usted debe realizar una “compensación” por el daño que le haya hecho a su cuerpo durante toda su vida.

Arnold Ehret

Alcanzar la Salud requiere tiempo, estudio y dedicación. No se puede llegar a ella de un día para otro, o a través de «brebajes de laboratorio». La enfermedad debe ser expulsada poco a poco y de forma racional, tal y como se explica en el Sistema Curativo por Dieta Amucosa.

Mi sistema no es una cura o un remedio; es una regeneración, una profunda “limpieza del templo”, la adquisición de una salud tan limpia y perfecta como nunca antes se había sentido.

Arnold Ehret

Hoy en día aparecen decenas de métodos que aseguran «curar». ¿Curar qué? Se necesita una nueva reforma en todos estos conceptos. Los medicamentos, sea cual sea su origen, solo tapan síntomas, nunca llegarán a curar perfectamente.

La enfermedad debe ser eliminada cambiando los hábitos que la provocan, es decir, dejar de comer alimentos que generan mucosidad en el organismo. Y cambiarlos progresivamente por los alimentos que ayudan a curar el cuerpo. Incluyendo también una serie de técnicas inocuas que ayudan con este proceso.

Arnold Ehret se adelantó a su tiempo, como bien queda reflejado en sus escritos.

Os compartimos unas cuantas palabras más de suma importancia que deben ser tomadas en cuenta. Han sido extraídas de la introducción que realizó Ehret a su primer libro «Personas Enfermas»:

Es mi deber y mandamiento moral proclamar públicamente la verdad que he encontrado y probado en mi propia vida, para que con ella se dé cuenta de lo fuerte que usted es y no lo hunda en el pozo de la enfermedad. Hay dos formas principales para que las personas enfermas de hoy puedan vencer el sufrimiento.

El primer grupo de enfermos quiere eliminar su dolor lo más rápido posible. Quieren descartar la experiencia desagradable de ser un “caso” a tratar. Están demasiado ocupados para estar enfermos. Están llenos de objetivos y están sobrecargados de trabajo, y su tiempo libre está lleno de diversión y entretenimiento, por lo que recurren a píldoras y brebajes, a suero y tuberculina, a yodo, mercurio y al “Honest-Hata 606”, y a otro tipo de medios y remedios, atendiendo a cómo “mejorar” y mantenerse a flote por un tiempo. Pero hacen que una curación tan completa sea cada vez más imposible y se apresuran hasta el final de sus días con más rapidez y de forma irreversible. Esto le resulta suficiente y no aspira a nada mejor. Por lo tanto, la medicina simplemente cumple con los requisitos de la época y de los “caídos” en la enfermedad. Por lo tanto, la medicina de hoy es una demanda de la cura instantánea, la expectativa de un milagro científico para acabar con la enfermedad. No hay ninguna razón para luchar contra la medicina alopática mientras uno se suscriba a esta perspectiva. La medicina alopática está respondiendo a una demanda, y lo hace hoy más que nunca.

El otro grupo de pacientes, a menudo se les llama los “estúpidos y atrasados”, en realidad son personas honestas, inteligentes y capaces de vivir, que quieren eliminar las causas de las enfermedades, que normalmente no se quieren aceptar, quieren arrancar, eliminar, el mal de raíz, es decir, sanar al ser humano, no solo evitar que dejen de arder las brillantes las llamas de la enfermedad durante algunas horas, días o semanas sin dejar de mantener la estufa dentro del cuerpo. Cualquiera que quiera entrar en este camino y volver a la salud, también debe poder llegar al corazón y hacer sacrificios. El paciente debe asumir la responsabilidad completa y convertirse en su propio médico y terapeuta. Solo le puede ser mostrada la dirección y el camino. Es lo que estoy haciendo compartiendo este libro.

Arnold Ehret

No todo queda aquí. No esperes alcanzar la salud solo conociendo estos datos. Solo ha sido una pequeña parte del amplio contenido detallado que el profesor Arnold Ehret dejo escrito basándose en su propia experiencia y en la de miles de pacientes.

Como siempre, recomendamos leer toda su bibliografía que tenemos publicada, incluyendo todos los demás artículos de nuestra web.