La materia extraña abandonando mi cuerpo, aplicando las enseñanzas de Arnold Ehret [Fotografías explícitas] Parte 1

Hacía tiempo que quería compartir esto con la comunidad Ehretista, y con todas aquellas personas que buscan la Salud, y que están involucradas en el precioso movimiento del culto al cuerpo. Pero siempre que me ponía a hacerlo me daban ciertos reparos, ya que mostrar al mundo estas «intimidades» hacen aparecer a los dos bandos, los que te entienden y los que te critican. Pero después de que iniciara este maravilloso camino hacia la limpieza del organismo, y sobre todo estos últimos años, he podido librarme de ese «bloqueo» que me impedía compartir estas experiencias.

Advierto que en este artículo van a aparecer una serie de fotografías tomadas a lo largo de estos años en mi practica del Sistema Curativo por Dieta Amucosa que pueden herir la sensibilidad de algunas personas. Pero debéis intender que el SCDA es un sistema que ayuda al organismo a sacar toda materia de enfermedad que esta alojada en el organismo por haber llevado unos hábitos de vida antifisiológicos, sobre todo por una alimentación errónea. Es por ello que considero que este material gráfico es de máximo interés para cualquiera que practique seriamente el Sistema Curativo por Dieta Amucosa. Si te ha llegado este artículo por otra vía que no es por tu interés en este Sistema Dietético de Arnold Ehret, te recomiendo que leas los libros que tenemos publicados, o todos los demás artículos que tenemos en esta web, para así comprender un poco más todo lo que voy a relatar a continuación.

No quiero extenderme mucho con este artículo. Podría contar muchísimas anécdotas en mi practica de este Sistema Curativo, pero el motivo de este es unicamente mostrar y detallar todas esas mucosidades y toxinas que han ido abandonando mi organismo con una correcta alimentación y ayunos basados en las enseñanzas de Ehret. Ya que hoy en día, según voy viendo en los grupos que practican el SCDA, se habla mucho de comida, pero pocos hablan o muestran la «materia extraña» que hay y que sale del organismo. Quizás haya mucha mas gente expulsando estos desechos y les ocurre lo que a mi, que no tenían el valor, o las ganas de compartirlos con la gente. Por lo tanto animo con este artículo, a que mostremos al mundo, o al menos a las personas que siguen estos procesos Curativos, que ese «diablo interno» causante de la enfermedad y del sufrimiento, del que tanto nos habla Arnold Ehret en sus enseñanzas existe.

Todo esto que voy a mostrar ha sido expulsado siguiendo SOLAMENTE el Sistema Curativo de Arnold Ehret. No he usado otras terapias, ni compuestos especiales de hierbas comerciales, ni otros mas métodos. Solo Dieta, Ayuno, Enemas, Laxantes y demás herramientas que aparecen en el libro de SCDA (Vida activa, contacto con la naturaleza, buena actitud mental, ejercicios de respiración, buen descanso, disciplina…)

Comencé el SCDA en enero del 2015. Estudié profundamente los libros de Ehret, sobre todo el de la Dieta Amucosa y Ayuno Racional, leyendo y releyendo una y otra vez. Los consideré como una magnifica obra que debía ser estudiada al detalle para cada día ir profundizando más en el camino de la limpieza del organismo, y a la vez ir entendiendo correctamente todo lo que Ehret enseña. Por lo tanto, desde enero hasta diciembre de ese mismo año, 2015, mi dieta de transición se basó principalmente en dos comidas diarias, compuestas cada una de ellas en el siguiente menú: 1ª ensalada abundante junto a una buena cantidad de vegetales cocinados, aliñado con un poco de mayonesa casera, y 2º un «postre» (para controlar los procesos de eliminación) que consiste en un poco de almidón o proteína específicos como menciona Ehret (pan dextrinado o patata horneada o queso fresco) . Una o dos veces por semana, en la primera comida, usaba la opción que propone Ehret de cocinar la fruta para hacerla menos disolvente de mucosidad y venenos y acompañarla con vegetales crudos compatibles añadiendo un poco de requesón o yogur si no quedaba totalmente saciado. Algunos días al mes me mantenía con una dieta amucosa, sobre todo los primeros días de romper los ayunos cortos que detallaré más adelante. Al principio decidí ir precavido a la hora de tomar fruta fresca. Esta inicia los procesos depurativos de forma más agresiva y puede ser peligroso en un organismo muy saturado. Yo personalmente no conocía mi nivel de saturación por toxemia, por lo tanto tenía que ir tanteando el terreno. Aclaro que iniciarme en el SCDA no fue por haber sufrido una enfermedad manifiesta, sino por haberme dado cuenta «a tiempo» de que algo no funcionaba en nuestra sociedad respecto a la Salud, la Enfermedad, el Sufrimiento, etc., por lo que descubrí que el origen estaba principalmente en nuestra alimentación. Y antes de que mi «enfermedad latente» hiciera su aparición, empecé a tomar medidas y cambios en todo lo que estaba relacionado con mi Salud.

En este primer año, practicaba casi enemas diarios. Considero que esto fue esencial para ayudar al organismo a ir sacando al exterior todos esos desechos de comida y de tóxicos que mi cuerpo poco a poco estaba empezando a poner en circulación. Además, ocasionalmente, me ayudaba con un laxante inofensivo de hierbas principalmente de Sen y Fréngula, sobre todo para salir de los ayunos.

También creo que el haber tenido un contacto directo con la naturaleza desde bien pequeño gracias a mis abuelos, fue mi pequeño punto de partida para acercarme a este sistema. Tiempo atrás de comenzar el SCDA decidí que tenía que dedicar mi vida al campo. Por lo que tomé varios cursos de agricultura, bosques y regeneración de suelos. Esta implicación con la Naturaleza, y una exposición directa a ella, también ayudá, y sigue ayudando, muchísimo en mis procesos depurativos. Para mí es una parte esencial del SCDA, el tener contacto diario con el Sol, el Aire, la Tierra, las Flores, los Pájaros y otros seres vivos.

Respecto a mis ayunos he de decir que durante el primer año eran muy cortos. Yo nunca antes había practicado ayunos, es más, los consideraba como una «locura». Pero cuando los estudias y los practicas, te das cuenta de que es una enseñanza superior, algo que no todo el mundo está capacitado para ello, ni todo el mundo comprende su sentido. Gracias a haber encontrado primeramente a Ehret como «maestro» del ayuno, me hizo comprender que para poder iniciarme en la practica del «no comer» es imprescindible llevar una dieta de transición correcta. Ya que durante el ayuno pueden aparecer escorias antiguas que perturben de forma agresiva mi organismo. Ehret también avisa que es sumamente importante saber cómo romper los ayunos. Y que al principio, y sobre todo los comedores de carne, no han de romper los ayunos con frutas, sino con vegetales crudos y cocinados. No es que yo haya sido un glotón de la carne, todo lo contrario, nunca la vi apetitosa, la comía muy ocasionalmente y casi por obligación. Tampoco he comido pescado ni legumbre. En otro momento hablaré de como fue mi vida años antes de iniciarme en el mundo de la Salud.

Aun así, el no romper los ayunos con frutas al principio, y la importancia de llevar una correcta dieta transición adaptada a mi organismo, sin tener prisas por hacer ayunos largos, iniciándome primero con los ayunos cortos y frecuentes, fue algo que interioricé muy bien. La practica del Ayuno comenzó con el principal «Ayuno Intermitente» diario 16/8, que es la base del éxito tiene este sistema, y ocasionalmente, cada dos semanas, un ayuno de 24h o 36h. A los 7 u 8 meses de mi comienzo, incorporé ayunos de 48h cada dos semanas. Hasta que el 1 de diciembre de 2015 inicie un ayuno que se prolongó hasta a 6 días. ¡Y qué sorpresa tan grande me llevé al romperlo! Este ayuno supuso un antes y un después en mi práctica del SCDA. Sentí unas mejoras a todos los niveles. Voy a proceder con las imágenes y a detallar un poco cómo fue la salida de este ayuno.

Foto 1 – 6 dic 2015

El día 6 de diciembre, al romper mi primer ayuno «largo» de 6 días, apareció lo que Ehret tanto menciona en sus libros, la materia extraña, mucosidades, tóxicos, desechos, cuerdas, etc. Esta fue la primera vez que vi aparecer una cuerda de mucosidad en mis evacuaciones. Durante el ayuno solo tome un poco de limonada suave, endulzada con un poco de miel como Ehret recomienda. Hice un enema en medio del ayuno. Y la salida del ayuno fue tomando una infusión de Sen y Frángula con muy poca agua (incluyendo las hojas picadas del Sen), y a las 2h ingiriendo lechuga, zanahoria rallada y espinacas cocidas, ya que esto es muy efectivo, y más seguro que las frutas al principio, empujando y barriendo todos los desechos depositados en los intestinos durante el periodo del ayuno. A las pocas horas ya podía sentir algo extraño moviéndose por mis intestinos, sentía que algo diferente estaba ocurriendo respecto a las anteriores salidas de los ayunos cortos. Poco después apareció lo que se puede ver en la Foto 1. La medida de mi mano, que será de referencia en todas las demás imágenes, mide de punta punta de los dedos 26cm.

Al segundo día después de romper el ayuno, me levanté con nuevas molestias en los intestinos, sabía que algo todavía estaba por ahí y que ni el primer laxante, ni la primera comida después de romper el ayuno habían podido sacar. Por lo que decidí nuevamente tomar una laxante con las hojas de Sen picaditas, comiendo a las 2h de nuevo lechuga, zanahoria rallada y espinacas cocinadas. Al poco tiempo mis intestinos empezaron a crujir, dándome unas ganas tremendas de evacuar. Y como era de esperar, la aparición del «maligno» estaba sucediendo. El laxante hizo su efecto sacando los restos de la comida anterior, pero aun seguí con esas molestias extrañas. Por lo que decidí ponerme un enema de agua tibia con sal. Y por fin pude sacar lo que se ve en la foto siguiente, la numero 2. Después de haber estado seis días sin comer ¡aparecieron como restos de plástico!, obviamente no era plástico, pero no puedo decir con exactitud qué pudo haber sido, esto es una autentica «materia extraña» de la que tanto habla Ehret. Estos desechos eran duros, pero flexibles, de apariencia plástica. Podrían parecer a simple vista fibras de algún tipo de fruta, pero tampoco lo eran, ya que no había ingerido fruta fresca en estos últimos meses de otoño/invierno. Dejé de darle vueltas y acepté que eso dentro de mi organismo simplemente no era bueno. Y después de expulsarlo sentí un gran alivio y paz interior. Al mismo tiempo, y con esta continua practica de ayunos y dieta, percibí que se estaba despertando un nuevo sentimiento de elevación espiritual.

Foto 2 – 7 dic 2015

Al tercer día después de romper este ayuno hice en el día 2 comidas amucosas consistentes en vegetales crudos y cocinados. Todo transcurrió con normalidad. Pero a la mañana siguiente, cuarto día de romper el ayuno, unas sensaciones ya conocidas habían aparecido de nuevo en mis intestinos. No dudé a la hora de tomar el laxante, eso que estaba ahí tenia que salir rápidamente de mi organismo. Al poco tiempo evacué los restos de la comida anterior, pero mis intestinos aun estaban retorciéndose. Fui a aplicarme un enema de agua tibia con sal, y al rato otra vez el maligno se presento a mi llamada, como se puede apreciar en la imagen número 3.

Foto 3 – 9 dic 2015

Esta tira mucoide era muy pegajosa, necesitaba un fluido acuoso para que pudiera deslizarse correctamente hacia el exterior. Y el enema en estos casos es una herramienta de vital importancia en la practica del SCDA. Realizar un sistema curativo en el que se vuelcan al intestino estas escorias sin utilizar los enemas es algo muy arriesgado que nunca haría ni recomendaría.

Pero esto no acaba aquí. Todo lo contrario. Este ayuno de 6 días, y el método dietético que había estado llevando este primer año según las enseñanzas de Arnold Ehret, hicieron despertar a mi organismo a la hora de poner en circulación muchos más desechos que tenia profundamente incrustados.

En la siguiente foto, la número 4, quinto día después de haber roto este ayuno, y después de hacer un enema de agua tibia con sal, apareció una nueva tira mucoide, pero ya mucho mas fina.

Foto 4 – 10 dic 2015

A partir de este primer ayuno de 6 días, mi cuerpo comenzó a soltar más mucosidades. Normalmente, en los posteriores ayunos, he seguido siempre más o menos este procedimiento que he detallado. Es importante que esta mucosidad, que el cuerpo pone en circulación para ser expulsada a través del intestino mediante el Ayuno y la Dieta Amucosa, sea expulsada rápidamente, para que no se reabsorban las toxinas que contiene.

A continuación os muestro una pequeña galería de algunas mucosidades más que han ido saliendo de mi cuerpo a lo largo de los primeros años practicando el Sistema Curativo por Dieta Amucosa y Ayuno Racional de Arnold Ehret.

Conclusión

Muchas personas se obsesionan con hacer ayunos largos demasiado pronto, y la mayoría de ellas lo hacen sin llevar una dieta preparatoria adecuada para un ayuno prolongado. Sin embargo, Ehret tenía mucha razón cuando insistía en no recomendar ayunos largos a los principiantes, y sí cortos y frecuentes. En cualquier caso, el mejor ayuno no es el más largo o más radical, sino el que más eficazmente elimina. Esto se descubre al romperlo y no durante el ayuno. Ayunar es muy sencillo, el verdadero arte está en acompañar los ayunos frecuentes con una buena dieta de transición preparatoria y con una correcta realimentación que permitan seguir trabajando al ayuno incluso después de haberlo roto.